Las fotos no hacen justicia ni a la casa ni al entorno de "The Swalow Guest House". Todo es mucho mejor de lo que se puede ver en un formato plano. La casa está en el medio de un campo de arroz , a 400 m. de la carretera y desde la terraza se ve a la gente trabajando el arroz y buscando comida para los animales. Los balineses con los que nos encontramos en las 2 semanas que estuvimos allí, fueron si excepción encantadores, sonrientes, curiosos y encantados de compartir su manera de entender la vida con nosotros. Wayan, el guía nos llevó a ceremonias en los pueblos cercanos dónde nosotros eramos prácticamente los únicos occidentales y a multitud de templos y lugares interesantísimos. A Putri , su mujer y magnífica cocinera, la conocimos al dia siguiente de llegar , cuando Wayan nos invitó a comer a su casa y a conocer a su familia. Made, quien tambien se cuida de la casa, es muy silencioso y está siempre alerta por si necesitas alguna cosa. Suzan, la propietaria está siempre presente para asegurarse de que todo está bien, y sabe dónde se encuentra el templo más impresionante y posiblemente uno de los más antiguos y menos visitados de Bali, cerca del cual hay un árbol sagrado (Ficus Benjamina) del que fluyen tres chorros de agua bendita que purifican el cuerpo y el espiritu. Al partir, Putri y Wayan nos trajeron esquejes y semillas de varias especias y todas ellas han brotado, y el palito de Frangipan que Made cortó de la entrada de The Swallow Guest House acaba de producir su primera flor en Menorca. Muchas gracias a todos. Alfred y Rosa