Nuestra experiencia en el hotel fue terrible. Primeramente, olvídense de conseguir cualquier tipo de servicio razonable en este hotel. Parecía que al personal y a la gerencia no les importaban los huéspedes. Por ejemplo, tuvimos que llamar al mostrador un sin fin de veces para pedirles que nos trajeran jabón. Además, nunca abastecieron nuestro minibar después de que le informamos a la gerencia que hacían falta algunos artículos. Cuando partimos del hotel, nadie se ofreció a ayudarnos con nuestro equipaje o se ofreció a llamar un taxi para nosotros.
Segundo, como el hotel ofrece un paquete con todo incluido, la comida del hotel la preparaban en enormes cantidades y generalmente estaba insípida. Las colas de huéspedes (en su mayoría rusos) para las mesas del buffet eran enormes, así que tenías que ir a cenar temprano para conseguir comida o un asiento. Además, si vas con media pensión pagarás un precio exorbitante por una botella de agua de 1.5L (4 liras turcas – 3.20 USD – 2.34 euros), y 5 liras turcas por un refresco. Es mejor ir a la playa y comprar bebidas en cualquiera de las tienditas.
Tercero, el hotel en sí no cuenta con carácter en absoluto. Los adornos y la decoración te hacen sentir como si estuvieras en un hospital. Aunque hay muchas instalaciones, aquellas por las que hay que pagar están ridículamente caras.
Finalmente, la ubicación del hotel hace que sea complicado hacer cualquier cosa fuera de la zona del hotel. Este hotel es principalmente para personas quienes no quieren salir del hotel andando, y que prefieren tener todo pagado con antelación.