Hay varias formas de disfrutar de la casa histórica que perteneció a Cheong Fatt Tze, conocida como la Casa Azul por el añil que recubre la fachada. Cheong Fatt Tze salió de su China natal para hacer fortuna y Malasia le trajo suerte, hasta el punto de que acabó siendo conocido como el Rockefeller de Oriente. No escatimó recursos para hacer de esta mansión un paraiso en la tierra en honor a su séptima esposa, su favorita de entre las ocho que tuvo (el número ocho se considera afortunado según la tradición china).
Hoy día, la Mansión se ha reinventado como un hotel encantador, en el que uno puede soñar sobre intrigas familiares y de negocios, amén de fastuosas fiestas celebradas en sus jardines a finales del siglo XIX. Si uno no tiene la inclinación o el bolsillo necesario para alojarse en la Casa Azul, su restaurante Índigo es muy recomendable. El menú desgustación es exquisito pero también está la opción de pedir a la carta.
Por último,se puede realizar una visita guiada de menos de una hora por sus instalaciones en tres turnos fijos: a las 11, las 14 y las 15:30 horas cuando yo estuve. Conviene verificar el horario antes para no encontrarse con la puerta cerrada. Aunque el guía hizo un magnífico trabajo y prodigó las explicaciones con gran sentido del humor, la visita me supo a poco. Por más que los espacios recorridos sean de una belleza indiscutible, uno se queda con la sensación de que solo se le ha mostrado la punta del iceberg. De todas formas es una visita obligada.
Y si no, siempre queda la imaginación. El libro "El don de la lluvia" - The Gift of Rain del malayo Tan Twan Eng contiene una vívida descripción de la Mansión Azul y de su historia. Esta novela no es solo fascinante, sino también el complemento indispensable a una visita a Penang para quien quiera comprender en profundidad la historia local.