Es un lugar muy peculiar, todo el patio exterior, que es muy bonito, está lleno de cuadros.
Los dulces muy buenos y los desayunos también.

Había leído que es la pastelería más antigua de la ciudad y que, además, estaba todo buenísimo.
Fuimos después de comer un buen pescado, estábamos bastante llenos, aún así nos comimos dos pasteles, ambos buenísimos. Uno era como una especie de croissant relleno de crema y otro una bola de chocolate.
La calidad precios muy buena, para ser un sitio típico y visitado por turistas -además de locales- no tiene precios desorbitados.
Como punto negativo, el trato de la chica que nos atendió fue un poco estúpido.

Pasteles típicos marroquíes y pastelería francesa. Hay que probar los cuernos de gacela y los hojaldres. Lo venden casi todo en el día. Muy recomendable.

pastelería francesa tradicional, modesta pero con unos pasteles de hojaldre deliciosos y baratos; mientras desayunas en el patio, los olores a pastel recién hecho perfuman el lugar; fenomenal para desayunar o para un café y un pastel, buenísimos!

Pastelería fantástica, con mesas en el interior (no se fuma) y exterior en el patio, muy agradable y buen sitio para comprar el pastel den hojaldre de arroz con atún, croissant etc.
El desayuno con zumo de naranja, café con leche, pan tostado, mantequilla etc. todo muy abundante 2,5 €