El Ipanema Plaza es un hotel magníficamente situado cerca de la Playa de Ipanema, estuvimos en una habitación doble Lujo Vista Mar. La habitación era bastante grande y limpia, la vista al mar es bastante escasa, ya que el hotel está en una calle perpendicular al paseo marítimo, añado una foto realizada desde la ventana que tiene la vista y a la que hay que asomarse adrede para verlo, al fondo están las islas Cagarras.
Es una pena que la habitación "Lujo" esté tan mal mantenida, qué será en las estándar) sobre todo el cuarto de baño con elementos oxidados y negros por el paso del tiempo. La cama también merece un cambio de colchón porque está súper blando y supongo amortizado ya.
Como en la mayoría de los hoteles en Brasil (y hemos elegido 4 y 5 estrellas) las amenities del baño escasisímas, no esperéis encontrar salvo excepción un gorro de ducha, cuchilla de afeitar, kit de costura y por supuesto albornoces o zapatillas. En este hotel solamente gel, champoo y crema corporal.
Las zonas comunes si deben haber sido arregladas excepto la terraza, que salvo la piscina que está muy bien, la zona de bar más parece propia de un bar de barrio que de un hotel de 4 estrellas y es una pena porque las vistas desde allí son bonitas.
El servicio muy atento y cumpliendo perfectamente sus obligaciones.
El desayuno discreto. Sorprendente como en otros hoteles...El Ipanema Plaza es un hotel magníficamente situado cerca de la Playa de Ipanema, estuvimos en una habitación doble Lujo Vista Mar. La habitación era bastante grande y limpia, la vista al mar es bastante escasa, ya que el hotel está en una calle perpendicular al paseo marítimo, añado una foto realizada desde la ventana que tiene la vista y a la que hay que asomarse adrede para verlo, al fondo están las islas Cagarras.
Es una pena que la habitación "Lujo" esté tan mal mantenida, qué será en las estándar) sobre todo el cuarto de baño con elementos oxidados y negros por el paso del tiempo. La cama también merece un cambio de colchón porque está súper blando y supongo amortizado ya.
Como en la mayoría de los hoteles en Brasil (y hemos elegido 4 y 5 estrellas) las amenities del baño escasisímas, no esperéis encontrar salvo excepción un gorro de ducha, cuchilla de afeitar, kit de costura y por supuesto albornoces o zapatillas. En este hotel solamente gel, champoo y crema corporal.
Las zonas comunes si deben haber sido arregladas excepto la terraza, que salvo la piscina que está muy bien, la zona de bar más parece propia de un bar de barrio que de un hotel de 4 estrellas y es una pena porque las vistas desde allí son bonitas.
El servicio muy atento y cumpliendo perfectamente sus obligaciones.
El desayuno discreto. Sorprendente como en otros hoteles (la mayoría) en los que hemos estado en Brasil que los zumos sean bastante malos. Habida cuenta de que en este país hay tantísimas frutas diferentes es decepcionante que en los hoteles no te ofrezcan zumos (sucos) naturales como sería de esperar. Muy usurero me parece cobrar 7 reales (2,3 euros) por dos huevos fritos, en ningún otro sitio me ha pasado esto, ni en Brasil ni en ningún otro pais
Además intentaron cobrarme un impuesto municipal voluntario sin consultármelo, al protestar me lo quitaron de la cuenta.
Lo mejor la ubicación, muy cerquita de la playa, zonas comerciales y restaurantes y bares, pero no se justifica el precio cercano a los euros.Más
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