Un hotel muy bonito con una playa privada y tranquila, perfecto para relajarse. la decoración de la recepción y el restaurante, preciosa, con unas bonitas vistas a la playa durante la comida. El único problema, es que a la llegada, tardaron más de una hora en darnos la habitación, por lo que se nos pasó la hora para comer en el restaurante, por lo que nos quejamos al hotel y nos llevaron fuera del hotel en coche para que comiéramos algo. por lo demás, un hotel muy recomendable.
- Wifi gratuito
- Parking gratis