muy acogedor, limpio, precio justo, personal amabla que te asesora. Lo que más me gustó es que el desayuno lo tomas frente a los jardines, a mi me tocó ver un par de ardillas comiendo en uno de los árbloles, se respira aire fresco. Regresaría sin duda!

Cuando llegas a este alojamiento te quedas prendado de sus jardines (de ahí el nombre del hotel). Las habitaciones son espaciosas y el baño tambien. La limpieza es adecuada, aunque en nuestro caso, la del baño se podria mejorar. El Gallo Pinto del desayuno (tipico de Costa Rica) fue el primero y el más rico que tomamos en el pais, por las aromáticas del arroz con frijoles, realmente delicioso, no comimos otro igual. Las personas que llevan el hotel, muy amables, y dispuestos a ayudar en todo momento. El único problema que le veo a este alojamiento es el ruido. Queda justo al lado, tan solo a unos metros de una carretera con tráfico todo el dia.

Las habitaciones están bastante bien para lo que hay por allí, un desayuno típico de allí y muy rico y una excelente atención ayudante y aconsejándote en lo que pidieras, no como en otros hoteles que estuvimos que intentaban venderte lo que ellos tenían sin importarles nada mas.
Las habitaciones tienen porches con unas increíbles vistas del volcán arenal, situado a algo menos de 1 Km de la Fortuna por lo que quitando los 4 coches y camiones que pasan por la carretera es muy tranquilo, aunque como cuando viajas allí madrugas mucho la verdad que no molestan apenas al sueño. También disfrutando de unas oscura y estrellada noches. Yo si volviera a Arenal volvería a ese hotel !!!