Esta fue la octava ves consecutiva, con excepción de 2021/22 que vistamos este paraíso.
Todo funciona bien y la dirección esta siempre muy presente.
Como novedad este año escogimos una villa con piscina vista al lagoon. Todo un acierto ya que tanto la piscina como la terraza te permite no salir del bungalow salvo para comer, si no quieres utilizar el servicio de comida en la villa.
Los restaurante Sands, Reef y Coral son al gusto del consumidor. El menu que preferimos es el del Sands.
Es el hotel donde nos quedamos mas tiempo ya que nos encontramos como si tuviéramos en nuestro hogar pero con las vistas y color del mar excepcional.
Contando los días para volver, si Dios quiere.