Aviso: alcazandos los 200 votos útiles, he decidido volver a escribir algunas opiniones con la única intención (la de siempre) de segir ayudando a otros viajeros (no quiero más puntos). Comentario: ya estamos en el PN Kruger. Viendo los comentarios en TA habíamos planificado una primera visita de 5 días 4 noches y así reservamos noches en Letaba, Satara y Skukuza (2), aunque también visitamos (para comer) Mopani, Olifants y Lower Sabie. Una vez dentro del Kruger se puede circular por donde se quiera, NO se puede bajar del vehículo (salvo en contados espacios debidamente señalados y donde se nos advierte que lo hacemos bajo nuestra responsabilidad) y estamos obligados a dormir en los campamentos (los del Parque u otros privados) que son recintos cerrados con alambradas electrificadas que abren sus puertas a las 6 am y las cierran a las 5.30 pm, de forma que si alguien queda fuera, se le puede sancionar y expulsar del parque (está prohibido permanecer fuera de los campamentos en horario nocturno). En los campamentos se puede dormir en tienda de campaña propia, tiendas ya instaladas (pequeñas o comunales), en tu propia caravana, en pequeños apartamentos y en los bungalows (de 2 a 8 personas), que tienen forma de "rondavels" (típicas construcciones de la zona). Nosotros elegimos uno de éstos (para 2 personas). Normalmente tienes plaza de aparcamiento al lado, una pequeña zona de estar al aire libre con una barbacoa individual (toda una institución en Sudáfrica) y la cabaña en medio. De forma redonda y con techo de paja, tiene además mesas y sillas en la entrada, donde está la cocina, el fregadero, microondas, tostador, unos armarios, cubo de basura y el frigorífico (en función de la categoría, todo esto puede estar dentro de una terraza acristalada, cerrado con una protección de rejillas, como si fuera un corral de gallinas, o directamente el aire libre; en este caso, el frigorífico y los armarios estarán cerrados con un sistema que evita que los onmipresentes y curisosos monos puedan abrirlos; es muy importante evitar dejar ventanas o puertas abiertas salvo que queramos ver a un nervioso vervet vestido con nuestro jersey, arrastrando la cámara fotográfica mientras se va comiendo todo lo que haya podido pillar en la cocina). Todo en madera, muy funcional. La distancia entre cabañas en suficiente para no molestar aunque no para percibir las voces más altas y los aromas a carne asada del vecino. Desde la cocina (abierta o no) se accede al dormitorio, de alto techo y redondo, que tiene dos camas con sus mesillas o similares (a veces hay una sola cama grande), sillas, un armario con caja fuerte, un aparato de aire acondicionado (de pared) y un gran ventilador en el techo. También hay una o dos ventanas, provistas, como todas, de tela metálica contra insectos y pequeños visitantes. Como por la noche la temperatura baja a unos 5ºC, el ventilador es más que suficiente, aunque hay mantas para los más frioleros (supongo que en pleno verano austral será otra cosa). Tras una puerta accedemos al baño, que los franceses llamarían de "2 piezas", con repisas o armarito para dejar las cosas y una ventana. Hay toallas, gastadas pero limpias y que secan bien. No hay amenities. Las sábanas son de buena calidad y están inmaculadamente blancas. La ducha, que tiene su propio espacio con mampara, aunque tiene agua caliente, no es especialmente buena (floja). La cabaña cuenta con luz y enchufes (ojo: para el monstruoso adaptador tipo "M" del que suele haber alguno en el supermercado por unos 3€), pero no hay televisores ni radios (para no molestar a los vecinos), y así nos "obligamos" a vivir con la luz solar, es decir, acostarnos sobre las 20/21 h. para levantarnos a las 5 a fin de aprovechar al máximo las horas de apertura del parque. Todas las cabañas están instaladas sobre hierba/tierra en terreno arbolado. En los campamentos siempre hay una recepción, una tienda bastante bien surtida (hay de todo y a precios razonables) y al menos un restaurante; puede haber también algún pequeño museo y piscina exterior (para los más valientes, al menos en mayo). Y en casi todos hay gasolinera y lavadero de coches. Solo en el restaurante más grande de Skukuza tuvimos wifi (gratis y con clave). Los horarios suelen ser hasta las 19/20 h. para las tiendas y las 22 para restaurantes. En los campamentos es muy conveniente llevar linterna para ir al super o a tomar una cerveza, pues de noche casi no hay luces (así se puede ver un cielo magnífico). En recepción, además de registrarnos obligatoriamente a nuestra llegada, podremos ver un mapa donde los viajeros indican con botones magnéticos donde han hecho los últimos avistamientos de los "5 grandes", otras informaciones y donde podremos contratar excursiones nocturnas o de otro tipo. Si abandonamos el campamento antes de que abra recepción, hay un buzón a la salida para echar la llave de la cabaña.Uno de los placeres en el de Letaba es tomar una cerveza o un café en el bar que se abre sobre el río homónimo, frente a las alambradas protectoras y "escuchar" los ruidos de la tarde. Ésta es una forma peculiar, cómoda y muy efectiva de alojarnos. Las cabañas tienen de todo (excepto TV), pero en general, son bastante austeras en su mobiliario y decoración, si bien hay que relativizar donde nos encontramos: en Sudáfrica y realmente, en medio de ninguna parte. Solo 2 pequeñas pegas: la reserva hay que hacerla con bastante antelación en la web de SanParks (y aún así no siempre hay plaza en el campamento elegido o el tipo de cabaña que deseamos) y los precios no son baratos (excepto si comparamos con los campamentos privados de lujo...), pues la media para un rondavel de 2 personas está en 65€ al cambio.