El hotel se ve lindo con una mirada rápida, si empezás a mirar en detalle pierde toda la magia. Las cocheras son muy pequeñas, nos asignaron una y el auto no entraba, varios huéspedes se quejaron de la misma cosa, nos cambiaron la cochera por otra que resultó ser buena, bien resolviendo eso. Reservamos una habitación suite, bastante amplia, con un lindo balcón, pero: la puerta del baño es de vidrio, y no cerraba ya que el vidrio chocaba en la parte superior; la agarradera de la ducha estaba floja por lo que no podía usarse; la cama fue realmente mala, super blanda y baja, no pudimos dormir bien ninguna noche, sin embargo pedimos mas almohadas porque eran demasiado finitas, y nos dieron. La limpieza no fue impresionante, se notaba polvo en las mesas de luz y escritorios donde no limpiaban. Las paredes tienen muchos detalles de retoques y/o grietas, y había un pedazo de goma caída de la baranda del balcón. El desayuno es correcto, ni más ni menos. Publicitan que tienen wifi en todo el hotel, no es así, a las habitaciones casi no llega. Tuvimos un problema grande a la hora de pagar, habiamos reservado y hablado previamente por telefono consultando los medios de pago y al llegar allá resultó que era solo en efectivo o transferencia bancaria sino perdíamos la promoción, deberían aclarar esas cosas al momento de la reserva, ya que la confirmación ni siquiera lo dice. No me parece que valga calidad-precio (con o sin descuentos), y no volvería. La ubicación es buena.