La atención es mediocre y la comida no es rica. Queriamos hablar y la música molestaba. Pero lo más desagradable es el olor a aceite viejo que sale de la cocina. No lo recomiendo

Pedimos una tarta de verdura. Insulsa. Recalentada.. sin sabor.
La pizza deja mucho que desear. Y el ambiente lleno de olor a mariscos.

Fuimos el sábado 20.01.2018 a eso de las 17. Habíamos caminado un montón turisteando, y entramos porque tiene el nombre de mi novio.
El volumen de la música (para adolescentes), hacía imposible conversar. Mi submarino decente, el jugo de naranja de Cristóbal aguado y no parecía tan fresco. Pero todo eso es perdonable si la atención es buena...
Según sale en nuestra cuenta nos atendió Eve, que al menos nos preguntó que queríamos y nos trajo prontamente el pedido. Pero el volumen de la música básicamente nos ahuyentó.
No fue una experiencia agradable, a pesar de que nos atrajo la estética del lugar. Poca empatía con el cliente.

Acabamos de comer una papas rusticas y estaban muy buenas, ademas nos llenamos.

Los precios son moderados y ofrecen cervezas artesanales.
Una excelente eleccion de tarde!

Es un buen lugar para almorzar en el centro.
En general ofrecen los mismos platos que en todos lados. Elegimos la tarta de Choclo, es un plato rico, simple, económico y abundante.

La atención es buena.

El aspecto del lugar es mejor de afuera que de adentro.