Fui en pareja, teniamos reservada una mesa y me sorprendio que era una habitacion privada solo para nosotros.
Llegar a la habitación era intrincado, habia que bajar una escalera, subir otra, agacharse para no golpearse la cabeza y demas.. pero vale la pena.
La musica ambiental era muy buena, los mozos todo el tiempo se preocupan porque a uno no le falte nada, ni de comida ni de bebida, que esta incluida en el precio.
La mesa sorprende por la variedad de la picada, verdaderamente completisima. Fiambres, quesos y platitos preparados de distintas maneras con ingredientes de primera. Todo frio, incluso las papas y camotes asados..
Con la picada sirven una empanada caliente de carne y luego las tapas, carne a la olla y luego pasta. Una exageracion de comida! Todo se corona con un postre riquisimo, un trago y un habano para la sobremesa.
No le doy 5 estrellas por algo que personalmente considero importantisimo y son los baños. Mas alla de ser un lugar con estilo rustico, los baños se veian descuidados, "viejos" y poco atendidos en su higiene.
Un lugar recomendable, para ir con mucho hambre.