Debo admitir que tenía mis dudas con respecto al lugar al momento de hacer la reserva, no todos los días uno duerme en un contenedor. Pero desde el momento que llegamos a la propiedad y nos recibió Guillermo todas mis dudas se disiparon.
Si bien la unidad es pequeña, todo ha sido pensado y diseñado para aprovechar cada centímetro, y uno puede apreciar que fué armado con materiales de primera calidad. El equipamiento es perfecto, con colchones de resortes super confortables, calefacción por losa radiante con termostato en cada ambiente, y aire acondicionado que nosotros ni debimos utilizar. Tiene un baño completo que incluye bañera y bidet, algo que uno no esperaría en una unidad de este tipo.
Tiene además una cocina básica que permite realizar comidas sencillas y desayunos. Lo mejor del lugar es el emplazamiento del ecocubo, están ubicados al fondo de un terreno con fogones al borde de un arroyo y posee estacionamiento dentro del predio y portón eléctrico. En el frente de la propiedad funciona un vivero y hasta tiene una pequeña huerta orgánica, y lo mejor es la atención del propietario que está siempre disponible para cualquier inquietud. ¿Qué más se puede pedir?