Hermoso lugar! Fantástica atención! Pasamos 10 días con mi señora a fines de marzo. Nos llegamos sin coche por lo que pasamos la mayor parte del tiempo aprovechando los sevicios de ésta "casa de huéspedes" acompañados del "equipo de gente" que compone su personal. Destaco "casa de huéspedes" ya que si bien uno cuenta con una muy confortable habitación con baño privado (con batas incluidas) con preciosas vista a la Bahia Manzano, también puede hacer uso de unos espacios comunes de exquisita decoración y comfort: living, comedor, desayunador, parque sobre el lago, pileta climatizada exterior, spa con jacuzzi, etc., etc., etc.. Destaco "equipo de gente" ya que no sólo recibimos de cada uno de ellos la mejor de las atenciones, sino que se notaba la buena onda que existia entre ellos: siempre una sonrisa, siempre estar pendientes de como podían ser útiles. Muchas gracias a los chicos de La Escondida: Maximiliano, Romina (un sol), Ezequiel, Florencia, Christian y las chicas de aseo. Muchas gracias a los chicos de La Delfina: Nerea y Leandro por su simpatía y atención. Y felicitaciones a los chefs que si bien no conocimos pudimos disfrutar de su arte!

Decidimos pasar unos días en Villa La Angostura. Realmente la oferta es muy variada y se complica poder elegir.
Con la escondida creo que no le erramos para nada!!!
Lugar mágico con vistas a la bahía Manzano de Lago Nahuel Huapi.
La ambientación del.lugar en muy cálida y se ve que nueva. Moderna también.
Las habitaciones muy amplias, luminosas y limpias. Siempre había un rico olor en la habitación.
Wifi en todo el.hotel de buena señal.
El.desayuno tenía todo casero, muy rico y variado.
Realmente es un lugar que debería ser considerado parte del mismo viaje. Lo ideal es quedarse un día completo dentro del lugar para disfrutarlo al 100%.

"La escondida. Casa de Huéspedes" es un lugar soñado para los amantes de la tranquilidad absoluta. El lugar es bellísimo. Desde cualquier ángulo donde uno esté, la vista es maravillosa. Una construcción junto a las orillas del lago Nahuel Huapi, con las montañas de fondo, mucho verde y flores, y todas las comodidades requeridas para pasar unos días de relax absoluto en habitaciones sencillas pero ambientadas con excelente gusto, limpieza y calidez. Los baños super modernos y luminosos.
El trato del personal es admirable, siempre tratando de solucionar los problemas del viajero. Pileta climatizada externa, spa con jacuzzi, saunas seco y húmedo, diferentes duchas, gimnasio con aparatos, cintas, escaladores. Desayuno con productos totalmente caseros (mermeladas varias con productos regionales, panes y tortas, facturas, galletitas) además de fiambres, yogures, compotas, granola, etc.
Mención aparte merece el Restaurante Delfina, otra joya en medio de este paraíso. En fin: hemos pasado unos días estupendos y relajados gracias a la maravillosa atención de Maximiliano y el resto del personal de administración, y de Nerea y Leandro en el Restaurante, que nos han tratado de manera admirable. Volveríamos sin dudar y lo recomendamos totalmente. No se arrepentirán.