No recomiendo este hotel. A muy poca distancia hay hoteles mucho mejores por un precio similar, o inferior. Contraté con bastante tiempo de anticipación y solicité una habitación en un piso alto. Dijeron que tendrían en cuenta mi solicitud. Cuando llegué me asignaron una habitación en un primer piso que daba a la pared de otro edificio. Parece que reservan las habitaciones de los pisos altos para los turistas extranjeros (con los que me crucé estaban alojados en pisos altos). El baño es lo peor de la habitación. Los inodoros de todas las habitaciones del hotel son para discapacitados, realmente incómodos. El piso de la ducha es resbaladizo, un peligro total, hay que entrar con ojotas. La cabina de la ducha es sumamente pequeña, casi no hay espacio para moverse. No hay estantes para apoyar nada en el baño. El secador de pelo está casi sobre la canilla del lavatorio, un peligro. En la ducha hay dos frascos: uno con champü y otro con jabón líquido. No ofrecen otro tipo de jabón, ni tampoco acondicionador. El desayuno es realmente muy malo. Un par de budines de supermercado, unas facturas feas, medio viejas, pan lactal. El café es horrible (tienen una máquina como las los kioscos u hospitales). Todo medio trucho, en general. Pocos enchufes. Para enchufar el celular, desenchufábamos los veladores. A favor: los colchones no eran incómodos.