Lo mejor y único de este hotel es la vista privilegiada que tiene. lo demás deja mucho que desear. al estar alejado del centro hay que calcular según las veces que se tenga que ir, entre 5000 y 10000 pesos de taxi por día. salvo Matías del bar que tenia muy buena onda, el resto del personal parecía estar en babia, sin empatía al huésped. no hay pava eléctrica para tomar algo caliente a la vuelta de una excursión, y pedir en el bar solo por traerlo o ir a buscarlo te cobran $3000 y según pregunte es por las dudas manches una sabana (!) Dormir una siesta es muy difícil ya que se escucha todo lo que se habla en los pasillos y en especial el personal, tuve que llamar para pedir un poco de paz. el desayuno muy básico de acuerdo a la categoría que pretende el hotel, los panes incomibles, son congelados y descongelados al traerlos. las medialunas si estaban muy buenas. en fin, hay muchísimas opciones en una ciudad como ushuaia, la próxima iré a otro hotel

Su ubicación en el inicio del camino al Glaciar Martial, le otorga a las habitaciones una magnífica vista a toda la ciudad de Ushuaia. Las habitaciones amplias, prolijas, limpias. Excelente calefacción y agua caliente. El desayuno buffet es correcto, tiene variedad y el servicio, así como en el front desk, es excelente. Nosotros alquilamos automóvil para recorrer las atracciones alrededor, por eso no nos importó la lejanía al centro, al que se puede ir en 10 minutos en taxi. Asimismo vimos que vienen a recoger a aquellos que contratan excursiones sin problema. Por último, el restaurant tiene una carta abundante a precios razonables. Un 3 estrellas superior.