Era un hotel muy familiar, que nos hacía sentir como en casa, llevamos muchos años repitiendo, pero parece q el último cambio en la toma de decisiones lo ha convertido en otro hotel más, se acabó su punto especial, y por eso el año q viene es el primero en mucho q no repetimos.
Hay otros por la zona con buenas localizaciones, mejores, e iguales servicios. Antes éste tenía su punto diferenciador de trato, ya no. Sobre todo nivel de hotel y recepción, fatal. El restaurante, su personal, genial como antes.
Lo hemos recomendado muchísimo, pero lleva dos años cada vez peor. Una pena.