Es una casona de campo antigua que mantiene toda su esencia y a la vez tiene todo lo necesario para disfrutarla. No es muy fácil describir el lugar porque lo maravilloso es difícil de describir. No dudaría en volver. Ya quiero volver. Desayunar o cenar en ese entrono, comidas caseras deliciosas, música muy acertada, ambientación. Los felicito Mercedes y Mateo. Volveremos pronto. Gustavo y Mónica.

Recomiendo alojarse en esta antigua casa de campo remodelada y modernizada con muy buen gusto cerca de San Antonio de Areco. El campo que la rodea es maravilloso, la casona tiene todo para pasar un gran día y un buen descanso y los anfitriones se ocupan de brindar una gran hospitalidad. Nos alojamos un día con cielo despejado y disfrutamos de un atardecer y una noche iluminada por la luna increible.

Ideal para pasar un finde en pareja. La comida muy rica, muy buena atención, muy tranquilo lugar. Yo cambiaría esa pileta de lona por una de fibra. Y lo que no me gustó que te cobren la bebida a parte. Quería cerveza artesanal y justo no había.

Cuando llegas a Raucho te encontrás con una casa de campo toda la refaccionada a nuevo. Se nota el amor y la dedicación que le pusieron a los arreglos. Está decorada con excelente gusto. Es super cómoda, limpia, tenes campo por todos lados, se puede caminar por todas partes, y por la noche lo único que se escuchan son los animales y los bichitos. Nada más. Paz.
Los dueños son un amor, muy cálidos. La cena es exquisita, te dan el plato del día y no nos falló. También, almorzamos ahí y todo muy natural y rico. Volveremos seguro!