Regresé hace días de mi cuarto viaje a Punta Cana, y realmente en éste hotel pasé el mejor de ellos, desde el momento de poner un pie en el Grand empezás a sentirte dentro de un sueño, un mundo irreal, en fin, en un paraíso terrenal...desde sus maleteros pasando por los camareros, animadores, artistas, hasta su directora Lara, todos pero absolutamente todos brillantes en sus tareas. Y ni hablar del hotel en si, realmente una maravilla por dónde lo mires, las suites glamurosas, sus salones, restaurantes, su activo y entretenido teatro, maravillosos ! con una arquitectura y decoración exquisitas, me asombraron sus baños públicos todos ambientados en diferentes estilos de un gusto excelente, aunque parecía ridículo me dediqué a recorrerlos y sacar fotos de cada uno de ellos !! Y la estrella del hotel es ese maravilloso velero en tamaño natural, enclavado en un seudo mar justo en el corazón del complejo frente a las suites, dá la sensación de estar en un puerto cuando miras desde tu jacuzzi o desde el balcón, y lo mejor que de noche puedes disfrutar de unos buenos tragos escuchando excelente música y bailar dentro de este original navío. La gastronomía de lo mejor, lo que pides lo tienes con la amabilidad que caracteriza a los dominicanos, la bodega exclusivísima, sólo contar que el vino normal del hotel era un Rioja español muy bueno, me cansé de comer langosta, cangrejo, pulpo, langostinos entre tantos...Regresé hace días de mi cuarto viaje a Punta Cana, y realmente en éste hotel pasé el mejor de ellos, desde el momento de poner un pie en el Grand empezás a sentirte dentro de un sueño, un mundo irreal, en fin, en un paraíso terrenal...desde sus maleteros pasando por los camareros, animadores, artistas, hasta su directora Lara, todos pero absolutamente todos brillantes en sus tareas. Y ni hablar del hotel en si, realmente una maravilla por dónde lo mires, las suites glamurosas, sus salones, restaurantes, su activo y entretenido teatro, maravillosos ! con una arquitectura y decoración exquisitas, me asombraron sus baños públicos todos ambientados en diferentes estilos de un gusto excelente, aunque parecía ridículo me dediqué a recorrerlos y sacar fotos de cada uno de ellos !! Y la estrella del hotel es ese maravilloso velero en tamaño natural, enclavado en un seudo mar justo en el corazón del complejo frente a las suites, dá la sensación de estar en un puerto cuando miras desde tu jacuzzi o desde el balcón, y lo mejor que de noche puedes disfrutar de unos buenos tragos escuchando excelente música y bailar dentro de este original navío.
La gastronomía de lo mejor, lo que pides lo tienes con la amabilidad que caracteriza a los dominicanos, la bodega exclusivísima, sólo contar que el vino normal del hotel era un Rioja español muy bueno, me cansé de comer langosta, cangrejo, pulpo, langostinos entre tantos y tantos otros exquisitos platos que nos ofrecían constantemente, lo lamentable fué los 5 kilos que en ocho días traje de mas !!
En definitiva, lo recomiendo al cien por cien, quien pueda y quiera pasar por una expieriencia maravillosa junto a las mejores playas del caribe, no se lo puede perder, cuando estén allí se recoradrán de mi y me lo agradecerán !! Buen viaje...Más