La casa es preciosa, disfrutamos mucho de la chimenea, el porche y sus vistas que son maravillosas.
Dispone de todos los útiles de cocina y aseo.
El entorno es ideal para desconectar y cargar pilas.
Los anfitriones Julián y Pedro son muy atentos y agradables.
¡Sin duda repetiremos!
La casa está muy bien, tiene de todo. La zona en la que está ubicada es muy bonita. El propietario y su padre son muy amables
Excelenete casa en Jarandilla de la Vera.
Julian, nos facilitó toda la información necesaría para llegar allí y una vez en el pueblo, nos atendió su padre,Pedro, que fue encantador e instructivo, ya que además de contarnos muchas cosas interesantes, nos enseñó su finca y compartió sus frutos con nosotros.
La casa cumple todas las expectativas, al llegar además de la calefacción, Pedro ya nos tenía preparada la chimenea, así como leña de sobra para nuestra estancia.
La casa dispone de un jardín, que en el caso de que vayas con perro, es un alivio.
Nos ha gustado mucho la casa y el entorno, tanto el pueblo como los alrededores. La casa esta supercentrica, pero por el jardín da al campo y tienes las montañas como vistas estupendas.
Seguramente en cuanto tengamos ocasión volvamos por allí.
La única peguilla, por comentar algo, es que si tienes un coche demasiado bajo, el garaje es complicado al entrar,y algo estrecho las calles para llegar, luego es espacioso.
Por lo demás de 10 la casa y sus anfitriones.
Gracias
Es una casa típica de pueblo que ha sido remodelada. Limpia y ordenada. Tiene todo lo que se necesita. La cocina es acogedora y dispone de los utensilios necesarios. El aseo que dispone de ducha es totalmente nuevo y está muy bien. El salón es amplio y tiene una chimenea que para estos días de frío es perfecta, aportando calidez a la estancia. En la parte posterior de la casa hay un porche que da a una pequeña parcela de árboles frutales perteneciente también a la casa. Tiene que ser muy agradable en primavera y verano. Como nosotros hemos ido en diciembre, no lo hemos podido disfrutar. Los dormitorios están equipados con lo necesario y tienen calefactores eléctricos que hacen que no pases frío en los meses de invierno. La casa está muy bien situada, a espaldas del ayuntamiento y de una de las iglesias del pueblo.
Julián el propietario, ha estado en todo momento disponible para cualquier problema que surgiese, que no hemos tenido. Su padre, Pedro, ha sido sumamente agradable y cercano con nosotros. Un día, incluso nos llevó a ver una de sus parcelas donde tiene plantados distintos árboles frutales, nos enseñó también sus gallinas que están libres por el campo. Ha estado siempre disponible y esto es de agradecer cuando estás fuera de tu casa. No conocíamos esta parte de Extremadura y nos ha encantado, es preciosa. Hay que volver para visitar multitud de sitios que no nos ha dado tiempo ver. En resumen, casa recomendable, lo mismo que la visita a los pueblos de la Vera.