Carta no muy amplia, perfectamente entendible, pero rica y bien presentada. Cenamos dos noches del menú que tenían, mínimo dos platos a elegir, siempre con algún plato típico de la zona. Buen vino para acompañar, de su propia bodega, con precios razonables. Postres caseros y buen café. Las cenas salían sobre 50€ la pareja. Nos gustó todo... perfecto!
¿Es propietario o gestiona este establecimiento? Reclame su perfil de forma gratuita para responder a las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.