Tras pasar unos días en San Francisco decidimos pasar un par de días en Sonoma para ver las diferentes bodegas.Encontramos este hotelito por casualidad y la verdad que no nos pudimos resistir cuando nos enseñaron la suite, (con chimenea además de una terraza con vistas a los viñedos).
Era muy espaciosa, con todo muy limpio y nuevo.También tiene una pequeña piscina y spa, pero la verdad es que no hicimos uso de ninguno de estos 2 servicios.
Tengo que decir que Naveen nos atendió espléndidamente, se preocupó (y digo de verdad que se preocupó) de indicarnos todos los lugares que pudieran hacer nuestra visita más interesante:rutas por las bodegas, lugares donde comer, otros lugares de interés, como Armstrong Woods....total,una estupenda sorpresa!! Y por cierto, el pueblecito de Guerneville es una monada y los lugareños son muuuy amables.Es un pueblo pequeñito y todo el mundo es muy acogedor.Por cierto, muy recomendable para cenar/ desayunar el mini restaurante Garden Grill en el mismo Guerneville....Más