Me gustaría compartir nuestra maravillosa experiencia en este hote. Estuvimos en septiembre de 2019 mis padres, mi marido y yo. Nada más entrar nos pareció una pasada, como si volviéramos atrás en la historia. Nos dieron dos habitaciones comunicadas por un salón entrante que tenía todas las comodidades, además como llegamos tarde, nos ofrecieron ponernos la comida, cosa que agradecimos por esas horas, y más cuando nos enteramos que tuvieron la amabilidad de llamar a las cocineras para que vinieran porque su turno de trabajo ya había terminado. La comida muy rica, típica china. La recepcionista muy amable y encantadora, y el hotel precioso, encantados, no tenemos palabras suficientes para describir lo bonito y lo acogedor que fue. Debéis probarlo por vosotros mismos. Os animamosMás
- Wifi gratuito
- Restaurante