Un inmueble que está muy bien y que era antiguamente un complejo de apartamentos. Hay unos 16 edificios (de dos plantas cada uno) con 8 habitaciones por edificio. Algunas habitaciones tienen chimeneas.
Si eres de sueño ligero, lo evitaría. Se encuentra a poco más de 30 metros de la linea del tren BNSF, por la que pasa un camión con cemento a las 3 de la madrugada todas las noches. Si tienes suerte también hay otro más extra a las 22:00h. El hotel limita además al este con la avenida Foothills Parkway. Las habitaciones tienen ventanas con doble acristalamiento, y eso para el ruido del tráfico de forma considerable, pero entra un montón por la puerta principal.
La calefacción de la habitación suena como si un jet fuese a despegar. Además, que no te engañen, te cobran por las llamadas locales, aunque no haya una lista de precios en la habitación.
El personal de recepción es muy amable y sabe mucho. Internet está limitado a 3Mbps via ADSL, no hay internet sin cables disponible, la calidad de la voz de la línea de teléfono me pareció mediocre, probablemente causado por las interferencias con el DSL.