Mi marido y yo nos quedamos en este hotel, en julio, para pasar una semana junto a nuestro hijo de dieciocho meses y de verdad que disfrutamos de nuestra estancia. Había leído alguna crítica negativa en este sitio antes de hospedarnos allí, por ello, mis expectativas no eran demasiado halagüeñas. Pero para mi sorpresa, me gustó todo sobre este hotel y suelo ser muy quisquillosa. Me pareció que el hotel, incluyendo nuestra habitación, estaba muy bien decorado y era muy moderna, de hecho, todo parecía nuevo, limpio y muy bien organizado. La cama era muy cómoda y nuestra vista desde el piso décimo era genial. El personal se portó con nosotros de maravilla, nos ayudó con mucho agrado siempre que le solicitábamos algo o preguntábamos, incluso nos permitió pagar la cuenta y marcharnos a altas horas de la madrugada debido a que cogíamos un vuelo de última hora a Denver. El desayuno además de bueno, estaba recién preparado aunque quizás era un poco caro. La zona de Cherry Creek es verdaderamente bonita y me gustó mucho más que el centro de Denver. Nuestra estancia fue realmente agradable en este hotel por lo que estoy decidido a volver a quedarme aquí.