Arcos de las Salinas es un pueblo pequeño y el hotel está en consonancia con el pueblo. Es agradable y cumple su función. Está atendido por una chica muy amable y servicial, pero que lo hace todo, necesita alguna persona más. El desayuno correcto.

Habitaciones sin aire acondicionado, aunque lo tiene instalado, no lo ponen (hay un ventilador que ya tiene cierta edad), un armario diminuto con 5 colgadores, ningún cajón para guardar ropa. El cuarto de baño no tiene repisa, cajonera, ni lugar alguno en el que dejar neceseres ni similares. El agua aliente la tienen averiada, dicen. La higiene es peculiar: a lo largo de la escalera de descuelgan pelos, bolsas y polvo.
La cena la dan en un restaurante próximo de su propiedad y es muy similar a la de una pensión o un colegio mayor.
En fin, si hubiese otro y tuviésemos plaza, no cambiaríamos en el acto.

Estuvimos de fin de semana toda la familia y lo pasamos genial.....hotel nuevo y todo muy limpio.el desayuno muy completo. comimos y cenamos el el bar que está a 50metros del hotel comida muy casera y muy buena Lo Recomiendo

l