Ha sido una experiencia muy agradable estar alojado en este hotel, que se encuentra ubicado a 5 minutos a pie de la zona comercial de Freeport, Maine.
El hotel es muy bonito y está acorde a los edificios de la localidad, que es muy bonita, aunque algo pequeña.
Dispone de unas habitaciones muy espaciosas, con camas muy grandes y perfectamente equipadas. El baño está bien, con todo lo necesario, aunque quizá sea el punto que le falta para pasar de muy bueno a excelente (en lo que a la habitación se refiere).
Las instalaciones comunes son buenas, con gimnasio y piscina. dispone además de un parking gratuito enfrente de la entrada principal.
El desayuno buffet es muy completo y variado.
Todo el personal del hotel me pareció muy amable y servicial, siempre dispuesto a atenderte en todo lo que necesites.
Por poner una pega: al tener la cocina justo al lado de la recepción, hay ocasiones en las que nada más entrar te encuentras con un olor a bacon que no debería estar allí. Deberían mejorar este apartado.