El lugar es hermoso, las vistas geniales. Cómodo, limpio. Pero lo mejor es la gente. Te sentis en casa desde el primer día. No hay manera de levantarte de mal humor. Te despertas y ya sabes que ese día la vas a pasar bien. Hay tan buena onda que te la contagian entonces el ambiente es siempre cálido. Estas en el hostel y casi que no querés ir a la playa porque la pasas super ahí. Un lugar para volver siempre.
- Wifi gratuito
- Parking gratis