Magnífica casona antigua con el encanto de los años transcurridos bajo sus muros. Pequeño jardín romántico en la fachada principal.Gran extensión de terreno y una piscina magnífica. Situación geográfica perfecta ya que está aislada sin vecinos próximos, pero a unos 40 mts. de la carretera y a 200 mts. de una pequeña y encantadora zona con bar, farmacia, dentista, pequeño supermercado con todo lo necesario y un restaurante (Casa Pampín) instalado con un gusto exquisito,y atendido por Berto, personaje excepcionalmente cariñoso y que cocina de maravilla a unos precios muy razonables.
El mobiliario de la casa resulta un poco pasado de moda, la limpieza es deficiente y la conservación en general un poco abandonada. No obstante el propietario es una persona encantadora y atentísima para resolver cualquier incidencia.
Extraordinaria situación porque a 200 mts.