Al este del rio Hudson está América, al oste está la parte salvaje, la de antes, gente sencilla acogedora, un urbanismo dejado caer con permiso del bosque que es el que manda. A pesar de que Woodstock es muy turística y bastante cara, se respira campo y respeto por la comunidad. El hotelito es el típico americano, con habitaciones porchadas integradas en el entorno, limpias, con un aire rural con todas las comodidades. Desayono impecable con vistas al rio y las chicas que lo atienden muy amables. Acierto.