Fuimos un grupo de amigos, y la casa tiene todas las comodidades. Está muy cerquita de Calatañazor, y de la fuentona de Muriel. Los jóvenes propietarios han hecho un gran esfuerzo para que el pueblo no se quede deshabitado, y se esfuerzan con cada invitado para que esté como en casa. Del pueblo salen caminos para explorar y el paisaje, la llanura, te quita el aliento. Espero poder volver. Gracias