Este rincón del mundo es el lugar ideal si lo que deseas es alejarte del mundanal ruido (aunque a 8 kilómetros tienes todos los servicios necesarios) y las
comunicaciones para las
excursiones son muy buenas. La casa es una bombonera. Todo muy nuevo y limpio. Los detalles cuidados y los rincones decorados con esmero lo que hace que te sientas como en casa, sin manías de ningún tipo. Los caseros son una maravilla y no hacen otra cosa más que facilitarte la estancia sin ser pesados. En la casa vecina vive una señora encantadora que si quieres, tanto te vende huevos de sus gallinas como te prepara una comida.
Es un lugar recomendable al 100%.