Reservamos una habitación premium que en teoría es la mejor habitación de hotel... si es esa la mejor habitación el hotel necesita una renovación: pared con humedad y levantada colchas en las camas de otra época, mini bar que apenas enfría, terraza minúscula, muebles de terraza de plástico, la la puerta de la terraza estropeada... muy lejos de un servicio premium. Ni con ofrecer todos los días dos refrescos( los cuales se quedaron en el minibar porque no consumimos estas bebidas)y dos botellas de agua pequeñas se puede considerar habitación premium. Nos ofrecieron cambiar la habitación por una exactamente igual pero sin la humedad, pero decidimos no hacerlo por no mover todas las maletas.Limpieza: muy mejorable sobre todo en el baño. Desayuno: variado... pero el café que sean máquinas en medio del salón donde todo el mundo toca creo que en plena pandemia no es lo adecuado. Piscina: ni bajamos porque vimos que se acumulaba mucha gente y que además se permitían juegos con pelotas dentro de la piscina y con otro tipo de juguetes playeros cosa q debería estar prohibida. El personal de la recepción una chica rubia extranjera seca sin apenas mirar a los clientes. En definitiva una pena estos servicios y luego ver cómo este colectivo se queja de la situación, en este momento más que nunca hay que cuidar cómo nunca a los huéspedes.

Hemos pasado un par de días muy buenos, las medidas Covid adecuadas, mucha limpieza, muy cuidado todo. El buffet muy variado y de calidad. Lo mejor sin duda el personal, empezando por Andrea de animación, mi hija se ha quedado prendada con ella, amable, divertida, y animando a todos en todo momento. El personal del bar, limpiadoras, recepción, cocina... todos muy amables, ni una mala cara, y muy profesionales.
Lo único un poco regular algunas zonas algo descuidadas, placas del techo de la habitación movidas, con manchas,... Y las piscinas, si el hotel esta lleno, creo que se quedan pequeñas.