Fui con mi pareja una semana en el mes de julio, al entrar al hotel parece muy paradisiaco y muy chulo, la piscina tiene buena pinta con zona de pimpón, futbolín, y ajedrez gigante con un quiosco para poder comer en plan chiringuito con poca variedad y comida congelada. (Sin duda la comida del hotel es totalmente NO recomendable)
El hotel además cuenta con una piscina interior, que en el caso de que tengas mala suerte y te haga malo puedes estar encima en la otra piscina.
El acceso a la playa es bastante malo, hay una caminata que en horas de mucho calor la cuesta puede ser un verdadero infierno. También está alejado del centro de la albufeira, tienes que coger el coche( parking gratuito al aire libre) o un servicio del hotel con horarios algo restrictivos.
La habitación era lo mejor del hotel, bastante amplia y limpia con terraza, cómoda, un baño amplio, bastante bien, aunque tenía escasez de enchufes, en mi habitación había dos y ninguno en el cuarto baño, pues está integrado en el secador y no Funcionaba. Además la habitación estaba muy limpia, pero podían tardar en limpiarla hasta casi las 6 de la tarde. Tenía caja fuerte pero es del pago, 2,5€ al día con fianza de 10€
Por otro lado, el tema del buffet, es hablando claro, una verdadera eatafa, cenar allí cuesta 22,50€ por persona, la variedad es ninguna, hay 5 platos calientes, de los cuales uno no ellos siempre es patatas fritas o de alguna otra manera, luego uno suele ser la carne que toque ese día, el pescado que toque ese día, y lo completan con un par de bandejas que no te esperas de un buffet (guisantes o similar). Por otro lado hay 4 ensaladas distintas que la verdad es que no entran por los ojos y 4 postres, de los cuales uno es flan y otro helado... Por la mañana el desayuno no mejora mucho, tienen la típica tortilla con bacon, huevos cocidos, cruasanes (es lo único de bolleria) y tostadas. Para un cuatro estrellas se queda muy corto. Además por las noches a veces el buffet es temático. A nosotros nos tocó mexicano, francés (solo comimos san jacobos), mediterráneo y español (según esta gente en españa comemos guisantes, paella pasada y la cinta de lomo y sardinas del día anterior). Pusimos la queja en la hotel pero hicieron caso omiso pasándole la bola una dirección que jamas apareció a dar la cara por semejantes cenas de poca variedad y sin calidad ninguna.
En mi humilde opinión, si se escoge este hotel es para descansar, estar apartado, es cómodo y limpio, piscina y poco más, y en ningún caso incluir comida de desayuno ni cena.