Está a 10 minutos escasos de la playa caminando y a otros 10 minutos en coche de Fuengirola y del centro comercial Miramar. (La verdad es que fenomenal)
Las habitaciones son amplias y la ropa de cama estaba bien, dos baños en buen estado, salón amplio con un sofá y dos butacas (se ven usaditos ya) y terraza amplia con buena iluminación, a la que solo le da el sol durante las primeras horas de la mañana lo que hace factible comer y cenar en ella.
La cocina es pequeña, pero está bien. En cuanto al menaje era bastante escaso (sobre todo los vasos, que solo había 2 o 3 de cristal).
Te dejan todo lo que necesitas para limpiar (me refiero a jabón para los platos, para limpiar la vitrocerámica, también cápsulas para la lavadora, etc...)
La primera mañana no funcionaba el microondas, lo avisamos y aunque conseguimos que funcionara, nos trajeron uno nuevo.
El wifi tampoco funcionaba, y ahí que tuve que llamar yo y encargarme, pues la dueña vive fuera de españa. Pero fue fácil y no me costo ni un euro.
Las únicas pegas que pondría son las cucarachas, que había unas cuantas, aún que también había matón (que ayudó pero no solucionó todo el problema) y que la piscina se encontraba colonizada por los extranjeros que dejaban tumbonas y toallas guardando sitio (nada que no pueda solucionarse si te anticipas y las bajas primero y luego te vas a tus cosas)
En relación calidad, precio y zona está muy bien.