Maravilloso Hotel Rural, familiar y acogedor, ubicado a las afueras de Loja con lo que la calma y desconexión son absolutas. Vistas excepcionales. Habitación amplia, equipada y baño completo. Son muy cuidadosos con la limpieza, estaba todo el hotel impecable y teniendo en cuenta que estuvimos en plena Semana Santa considero este detalle a destacar. Los dueños son muy atentos, siempre a disposición del cliente. El desayuno es variadísimo, de calidad y a muy buen precio. Hacen pizzas caseras riquísimas. El Restaurante del hotel cuenta con platos típicos de la zona elaborados con ingredientes de calidad. Relación calidad precio excelente.
Tienen piscina y zona de juegos infantiles, así que es un lugar ideal para ir con niños. Wi-fi, servicio de habitaciones, lavandería, servicio de bar-cafeteria, recepción 24h, información turística de la zona, guias con rutas para hacer a pie, párquing privado para clientes...
La verdad es que no tengo nada malo que decir, todo fue perfecto, estuvimos de lujo.
Repetiremos seguro.