De los 4 hoteles Viva que hay en Cala Mesquida este es el mejor situado, más cerca del mar y de la playa.
Pedimos habitación con vistas al mar, hacia la cala y merece la pena, aparte de por las vistas, por el ruido (no se oye nada, si acaso solo el mar) y por lo que nos dijeron otros viajeros, el mobiliario es más moderno. Tenía una terraza muy bonita, pero para 4 la habitación era un poco pequeña y el baño aunque está aceptable, necesita una puesta al día.

El hotel está bastante apartado así que apenas hay cobertura de móvil y llegan pocas cadena de TV (ni soñar con pillar CLAN para que las "fieras" se relajen un poco).

Las piscinas muy bien, pero claro, en agosto petadas y con lo que madrugan los alemanes imposible pillar una hamaca (con menos gente pienso que debe ser una maravilla). Tb hay piscina con toboganes y barco para niños.

El Mini club muy bien tb, aunque hay que salir del hotel (son solo 200 m pero bueno, no es lo mismo), porque es compartido con los otros 2 hoteles Viva (el cuarto Viva es solo para adultos). Hay muchísimos niños extranjeros.

La comida muy bien tb. Como los alemanes madrugan, no hay pma con los horarios y tampoco son los típicos que si llegas 10 minutos antes te ponen mala cara, todo lo contrario (esto es un punto a destacar, la amabilidad del persona). Hay un restaurante parrilla - chill-outo en la playa buenísimo,un itazliano muy bueno y un mejiacano normal (nosotros estuvimos 9 noches y nos daba derecho a ir una vez a cada uno); de todos modos, el restaurante principal tipo buffet muy bien.

Hay acceso directo a la playa que es muy bonita aunque a veces hay olas y restos de corteza de pino (en cantidades muy grandes), pero no siempre (ojo, es una playa normal, no como la de Muro que entras y entras y no cubre).

Quizá lo peor es que en los alrededores no hay nada (2 supermercados!) ni paseo ni nada, y tb podrían mejorar la animación nocturna (algunos espectáculos eran buenos, pero otros flojos).

El todo incluido, MUY BUENO: en el chiringuito de la piscina te dan sandwiches calientes, patatas, helados...y todo "hecho" en el momento y muy "higiénico" (bien empaquetado y tal). En el restaurante de la piscina puedes comer tipo sandwich - pizza - platos combinados y tb están muy buenos, hechos en el momento y con muy buen servicio. Tb los combinados y copas están muy buenos y el personal te atiende MUY BIEN, muy amables y profesionales.

Tiene una zona VIP o Selection que imagino cuesta un rato más, pero es más bonita y no está masificada en absoluto y te permite acceso al resto del hotel

Si quereis ir a este hotel la unica opcion que yo os recomiendo es la de CLUB.
Las habitaciones/apartamento de la zona general (viva resort) son un poco anticuadas y con piscinas repletas de gente (no hay hamacas disponibles a partir de las 9:30).
La zona club cuenta con piscina en acantilado con vistas la mar y apartamentos más nuevos, la mayoria con vistas al mar.
Cosas a mejorar: la cocina es demasiado básica y la nevera es mini. Para una familia con 2 niños el hecho de cocinar en ella fue un suplicio. El baño es el mismo de la zona general ( por lo que necesita reformarse)
Cosas buenas: ubicacion excelente, playa estupenda, tranquilidad de la zona club, restaurante la terraza (excelentes vistas, precios buenos, kids menu bueno y barato).

El hotel en líneas generales no está mal, eso sí, sólo si te toca en una habitación con vistas al mar, en el Selection Club o lo más alejada posible de la zona de la piscina. Si no es así, como nos ha pasado a nosotros este mes de Agosto de 2012 se vive un auténtico infierno.
Ruido es poco en ese hotel, hay tantísima gente alojada que el ruido se hace insoportable por momentos. Todo el día con animación para tener entretenidos a los clientes sobre todo alemanes porque el hotel está invadido por clientes de esta nacionalidad, y horarios de comidas, espectáculos infantiles y de adultos todo gira en torno a ellos.
Coger una hamaca en la piscina es misión imposible, a las 8 de la mañana ya están todas reservadas, y eso que está "prohibido" por el hotel. Piscina masificada llena de niños descontrolados que juegan con pelotas, pistolas de agua, colchonetas, todo vale, no hay control de ningún tipo. El comedor a la hora del desayuno también masificado y mucho alboroto. La comida bien aunque en la cena poca variedad. La oferta para el todo incluido hay que reconocer que es buena.
Nuesta habitación con mobiliario antiguo, sofá incómodo, sin televisor en la habitación, baño viejo y hormigas que muerden en la habitación (en la cama, en la ropa, en la bañera). Suelos de la piscina sucios debido a la cantidad de gente que hay. Hotel apartado sin paseo marítimo ni ambiente nocturno a parte de los espectáculos del hotel no hay mucho que hacer.
No hay control de las instalaciones y allí la gente "campa" a sus anchas, gente bañándose en la piscina por la noche, niños alemanes meando en los árboles de los jardines, niños mojados saltando en el castillo hinchable, tienen unas maquinas recreativas (billares, futbolines) que tienen encendidas todo el día y que deberían apagar a determinada hora para que los huéspedes de las habitaciones cercanas pudiésemos dormir, y un largo etc..
Lo mejor del hotel, la piscina con toboganes del pirata, las zonas recreativas infantiles, la cercanía a la playa que aunque es muy bonita y tiene buenas vistas es muy incómoda para bañarse debido a las algas que hay en la orilla y a las olas que hay muchos días. El restaurante mexicamo también muy bien, pero más que por la comida por la amabilidad de su personal.