Para celebrar el comienzo de Año Nuevo y olvidar por momentos lo que todos sabemos, hemos ido a comer al Restaurante "Rincón de Diego".
Menú muy variado, tres platos a elegir entre seis, más los postres.
Nos han puesto como siempre las tapitas de aperitivo variadas y deliciosas, presentadas en la maravillosa réplica de la torre de Cambrils.
Me he decantado por la sopa ramen, muy caliente cómo debe ser!!!, con rape, mejillones, fideos, buenísima y diferente.
El siguiente plato que he elegido ha sido el arroz negro con chipirones y carabinero, en su punto de cocción, sabor y el carabinero muy grande, jugoso, riquísimo.
Y el último plato el cochinillo
deshuesado, crujiente, sabroso, me gusta mucho cómo lo hacen en este restaurante por su sabor tan delicado a cochinillo, francamente bueno, muy bueno, aunque dicho sea de paso no podía más, llena y había que dejar un pequeño hueco para lo dulce.
El postre espectacular!!!, no lo describo porque necesitaría una página entera y la presentación era tan bonita que daba pena comérselo.
Felicitar a Diego, Rubén y a su equipo de cocina por la imaginación, armonía de sabores auténticos y siempre sorprendentes de sus platos.
Aunque teníamos menos tiempo de lo habitual para comer, ya que cumplen con todas las medidas y protocolo marcadas por las autoridades, todo el personal de sala ha sido rápido, muy atento, pendiente en todo momento de que no te falte de nada, y siempre con una sonrisa en la cara, son muy profesionales pero sobre todo son muy humanos, te marchas con sensaciones agradables y en estos tiempos que nos ha tocado vivir, se aprecia y se agradece mucho más.
Calidad precio muy, muy recomendable, sin dudarlo Rincón de Diego es uno de los mejores restaurantes de Cambrils.
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