Hicimos el crucero nocturno con la cena y realmente es un paseo fantástico, las vistas son espectaculares ya que sale del Pier 61 de Chelsea y va hasta la altura del Empire State sobre la costa oeste y luego pasa el puente de Brooklyn y Manhattan del otro lado y para finalizar llega hasta la estatua de la libertad. Muy importante verificar el pronóstico climático para poder hacerlo una noche sin lluvia ni niebla porque las vistas son la parte más importante de esta atracción. La comida es normal, nada extraordinario, el vino tampoco es de lo mejor, al igual que el champagne.
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