Sin conocer nada del Hotel,y únicamente po Internet,mi familia y yo reservamos las habitaciones para esta última Semana Santa. Fuimos ocho personas.Nos llevamos una agradable sorpresa en cuanto entramos en el Hotel.Las habitaciones están decoradas estiló Tiroles preciosas, con baños super modernos y muy espaciosas.Tanto los dueños,Sebastián y Margherita, como todo el personal del Hotel,encantadores y amabilísimos.Los desayunos deliciosos,lo mejor del día.En un comedor precioso,forrado de madera.Luego,a media tarde,después del cierre de las pistas de sky,un Snack también delicioso.Esta situado en en centro de St Antón pero muy tranquilo,sin ningún ruido por la noche, y más o menos, a 5 minutos a pie de los remontes.La zona de la Sauna y Spa fantástica también.No puedo decir más,que nos gusto mucho y que sin ninguna duda,pensamos volver al mismo hotel el año que viene.Más
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