Hotel en buen estado con habitaciones amplias aunque uno de nosotros tuvo que pedir cambio por el olor a pescado. Solicitamos con vista al lago y nos lo dieron con vista al parking. Le sugiero pida segundo o tercer piso con vista al lago que aunque no es un lago muy grande si es una vista bonita a las montañas. Esta a diez minutos de la ciudad pero es incluido es silencioso y tranquilo. El desayuno es incluido: básico pero aceptable. Un paseo al lago es agradable para que vean los castores y los patos y disfrute del aroma del bosque. Prparese para días lluviosos que dicen ser lo normal.

Tuvimos la suerte de ir en septiembre, temporada baja, y pagamos bastante menos de lo que vale en temporada alta. El hotel es precioso, tanto las instalaciones comunes como las habitaciones que son enormes. Nosotros tuvimos una doble con dos camas de dos metros cada una, enoooormes!! Todo era moderno de calidad y limpísimo, no le faltaba detalle, el baño en dos compartimentos separados uno para wc y lavabo y otro con ducha enorme con rociador, hidromasaje y lavabo también. Zona de escritorio, todo super confortable. Vimos la piscina pero no fuimos porque era bastante pequeña y estaba llena de críos alborotando. Por lo demás las zonas comunes estupendas también. El desayuno algo simple para la categoría del hotel y de autoservicio con vasos y platos de plástico, algo inadmisible en un hotel de esa categoría en España pero "típical" en UUEE y que encontraréis sí o sí por todo Alaska, no debería suponer un problema.

nuevo, moderno, amplio y espacioso, pero a la vez cálido y acogedor