He estado en otros alojamientos propiedad de Marriott en Anchorage en visitas anteriores, así que pensé que podía seguir. Es un diseño más nuevo, no el grupo de edificios más antiguo, lo que da un poco más de sensación de seguridad. No hay acceso directo a las habitaciones desde fuera. La recepción se parece un poco a una cabaña del norte desde fuera (hay un tronco sobre la puerta principal), pero ese es el único toque distintivo. Tiene una piscina interior de bastante buen tamaño y una sala de fitness muy pequeña (solo hay tres máquinas para hacer cardio).
De nuevo, trabajé mientras estaba allí, así que agradecí que hubiera escritorio e Internet gratis. Parecía que había gente que se alojaba allí que trabajaba en los grandes edificios contiguos, además de pacientes de hospital. Parece ser el hotel más cercano al Providence Hospital y al campus de la Universidad de Alaska Anchorage, y tiene servicio de transporte gratuito en la zona y hasta el aeropuerto.
Buena calidad, pero puntos Marriott reducidos. El único lugar que me queda por probar es el Fairfield.

Estuvimos en Anchorage en dos ocasiones diferentes, en julio y agosto, por nuestro viaje en coche desde Nueva York a Alaska. En julio nos alojamos allí cuatro noches y, en agosto, dos. En cada ocasión tuvimos una suite de dos dormitorios. Si nos alojamos en un hotel, nos gustan las suites, ya que somos dos adultos y tres niños. Las suites tenían un sofá-cama. Nos gusta comer en la habitación y la cocina americana (con nevera grande, microondas y fregadero) nos fue perfectamente. En el hotel sirven un buen desayuno continental. Se puede llegar fácilmente a cualquier sitio de Anchorage desde allí, en coche. Pagamos 319 dólares por noche. Es mucho más de lo que pagaríamos en el Lower 48, pero es Alaska en verano, cuando todo el mundo va. Las habitaciones que no son suites son menos, pero, como dice, nos gustan las suites de hoteles, así que nos gusta alojarnos en Residence Inns, Embassy Suites, TownPlace Suites, etc. La piscina es genial. El personal de recepción estaba bastante bien informado. Preguntamos por teatros cercanos y nos dieron información, no solo de dónde, sino de qué se representaba. En la zona de la parte delantera hay tarjetas con instrucciones para ir en coche a unos veinticinco lugares muy visitados.

Este hotel está MUY bien dirigido y MUY bien conservado. El servicio es amable y rápido; el buffet de desayuno satisface todo los gustos con una excelente comida, todo el lugar está LIMPIO. Al ser un viajero que siempre reserva hoteles con piscinas interiores para mis hijos, aprecié sobremanera la limpieza, el ambiente cálido y la piscina no demasiado clorada. La bañera que había al lado estaba también en muy buen estado. Nosotros viajamos mucho, y mi esposa lo definió como "el mejor lugar en el que ha estado jamás".