Segundo año que vamos y encantados nuevamente. Su enclave rodeado de naturaleza es precioso y para quienes vamos con perros se agradece más aún. El trato del personal es estupendo. Amables, atentos y profesionales en cada momento, sobre todo el personal de restauración.
Escribo esta reseña con un único motivo, agradecer a Mónica (cocina) su atención personal: me dejaste sin palabras cuando te acercaste y te preocupaste por mis comidas y a la noche siguiente me brindaste varios platos veganos, como esas verduras con especias indias (estaban de muerte!). Me hiciste sentirme mejor que en casa y todo ello salió de ti, sin tener que pedírtelo... eres un encanto y una máquina !Y gracias también a Juan (camarero) por tu amabilidad y sonrisa.
Lo mejor de este hotel sin duda es su personal, que apesar de las horas que echáis y lo duro que es la hostelería (lo sé por experiencia propia) mimáis al cliente como nadie. Espero que os traten genial y que pronto disfrutéis de unas merecidas vacaciones vosotros también.