Nos hemos alojado por séptimo año consecutivo (mi mujer y mis dos hijos de 14 y 17 años) y casi con toda seguridad será nuestro último año dados los cambios (sobre todo de calidad) que hemos sufrido este año (una bajón importante) y que ya se venían notando desde hace varios años.
Es una pena tener que dejar de ir al hotel (nuestros hijos han crecido veraneando durante 14 años en hoteles de la cadena) pero lo que ofrecen ahora no se parece en casi nada a lo que ofrecían hace años (no se puede confiar todo a unas buenas instalaciones, también hay que gestionarlas y ofrecer un mínimo de calidad acorde con las mismas, calidad que ya no ofrecen). Se pueden pagar los precios que piden, pero ofreciendo una calidad acorde. No es el caso.
Con respecto a nuestra experiencia este año en el PAYACALIDA:
Se puede entender la falta de algunas cosas por lo del coronavirus, pero no que se utilice esa excusa para limitarnos servicios.
Algunos ejemplos: largas esperas, falta de personal insuficiente, lo de las distancias sociales de risa, falta de productos,…. Nunca ha estado más lleno el hotel y además nos enteramos que había gente con mejores precios que nosotros sin tener que estar un número determinado de noches (ofertas de última hora). Nosotros somos clientes platino, y desde el mes de enero adelantamos el importe del hotel para obtener un mejor precio, pero este año no fue así. Curiosamente al llegar esos nuevos clientes empiezan a funcionar servicios que para nosotros no estaban disponibles. Ni con el descuento se obtiene la calidad por la que se paga.
La cantidad de gente era exagerada. Más de medio hora para pedir bebidas, falta de cubiteras, falta de comida, falta de productos (helados y bebidas), colas dentro del comedor y fuera, falta de personal,...un desastre de organización.
Tuvimos que amenazar con reclamar por escrito varias veces, por ejemplo para que habilitasen el comedor de abajo y para que les diesen cita a nuestros hijos en el restaurante a la carta. El buffet falto de productos, algunos que anuncian en la publicidad ni los conocen por allí (productos panrico, Bimbo, cava en el desayuno,...) El buffet de pena (han quitado muchas cosas y lo del coronavirus no es excusa).
Como he dicho anteriormente, a nuestros hijos no les hacían casi ningún caso. Otros años el trato era muy cordial (se sentían como en casa). Este año parecían unos apestados, algunos socorristas les trataban con muy poca educación (exceso de celo en sus atribuciones pero curiosamente solo con los niños), no les dejaban estar en ningún sitio del hotel (varias noches tuvieron que salir fuera del hotel para poder reunirse y en alguna ocasión vino la policía y disolvió su reunión).
La dirección siempre nos ha tratado bien, atendiendo nuestras peticiones, pero en otros asuntos dentro del hotel solo con buenas palabras no sirve.
Y vuelvo a repetir, al principio entendimos y comprendimos que hubiera limitación en algunos servicios por lo del coronavirus, pero eso se debió de solucionar de golpe (cuando ya estaba el hotel con buen aforo curiosamente). Por ejemplo, el bar acuático lo abrieron cuando por normativa no se podía, para uso y disfrute de los clientes que vinieron con las últimas ofertas, pero para los habituales no se podía abrir unos días antes (ni el pub, los restaurantes a la carta solo dos días, ni el gimnasio, limitación de horario del spa,...).
CON RESPETO A LOS RESPONSABLES DE LA CADENA:
Supuestamente contestaron a mis quejas pasado un mes y medio de nuestra estancia en el hotel (digo supuestamente porque yo no he recibido nada firmado por nadie de la cadena, solo me han hecho llegar un documento en Word con la supuesta respuesta a través de correo electrónico que bien lo podría haber escrito cualquiera). Justificaban todos los errores en lugar de asumirlos (una cadena hotelera de calidad es lo que hubiera hecho, asumir sus errores). Es una pena que en lugar de asumir lo que se ha hecho mal se prefiera justificar (con datos erróneos).
Parece que la cadena ha tomado la decisión de enfocarse hacia un público mas “bullanguero” y menos familiar, bajando la calidad enormemente, despreciando a los que hemos sido fieles durante muchos años. Clientes que hemos disfrutado y hemos contribuido. Señores de PLAYASENATOR, así van a perder lo más importante que tenían y que era su seña de identidad, y a muchos clientes que hemos sido fieles.
Suerte con esta nueva política que han decidido tomar de baja calidad y masificación, pero que no cuenten con nosotros. No se puede confiar todo a unas buenas instalaciones e ir recortando en el resto de cosas.
Con respecto a la “supuesta” respuesta de las responsable del hotel a esta opinión, que se la ahorre porque sé que me va a justificar lo injustificable (casi todo lo que digo en esta opinión se lo trasladé verbalmente a la dirección durante nuestra estancia, en ese momento no pudo darme ninguna respuesta y lo único que obtuve fue su asentimiento y reconocimiento a la situación que había en el hotel en ese momento).