La habitación era muy pequeñita, pero a pesar de ello resultaba cómoda. El baño estupendo. Las vistas inmejorables: al puerto. Muy cerca del centro, de la playa y de todo en general. El personal muy atento y amable.

Ya conocíamos este hotel de 3*. Estuvimos hace tiempo, antes de la reforma, y ha mejorado mucho. En mi opinión, solo queda una cosa pendiente, el suelo de la planta baja, que ya no pega con el estilo actual. Se ve antiguo. Estuvimos en Llanes 3 días, en Mayo, y queríamos un hotel cerca de todo, pero tranquilo, y con vistas al mar. El "Miraolas" cumple sobradamente estos requisitos. Eso sí, en la web, me llamó mucho la atención una habitación, la Doble Confort, con vistas al mar (nº 304). Y tenía que ser esa. Suerte que estaba libre, ya que es la única en tamaño y decoración. Con Booking, la noche salió a 110,50€ (no incluye desayuno). Es la habitación ideal para una ocasión especial. Tiene 41m2. Hemos visto en el plano de las habitaciones del hotel, que es 3 veces más grande que las demás. La cama también es XL, y la televisión con smart TV, es la más grande que he visto en un hotel. Hay un rinconcito con sofá y butacas, una gran armario y una chimenea. La ducha también es amplia, me han gustado mucho sus mosaicos. Y por último, EL MAR. Las vistas son espectaculares. He pasado tiempo mirándolo, y lo he disfrutado mucho. Hay mucha luz y silencio.
No hemos desayunado en el hotel, no nos atraía el desayuno. Cuesta 7€, y se sirve en mesa, no es buffet libre. Hay otra opción de desayuno, a 5,50€, más básica.
En la cafetería se sirven cosas sencillas, sándwiches, tostas, pizzas, ensaladas. En la planta baja, hay unos salones para sentarse a leer, trabajar con el ordenador, etc. Hay parking por 10€ al día. En Mayo, nos ha costado encontrar sitio en la calle, en temporada alta será imposible. El trato de los recepcionistas es muy agradable.

Segunda vez en el Miraolas, hotel que no defrauda, buena relación calidad precio, todo reformado, muy bien situado, personal muy correcto, quiero dar las gracias a Angeles por su trato tan humano y mostrar tanta empatía con nosotros ante un comentario por un tema de salud, solucionándolo al momento, ojalá hubiera siempre en las recepciones de los hoteles personas como ella