El hotel está fantásticamente situado ya que está a nada del puerto y del casco antiguo, además tiene parking privado porque si no en temporada alta allí no aparca ni dios, nosotros por suerte hemos ido tras el bajón y no hemos tenido problemas porque además no funcionaba ya la zona azul, que solo funciona en verano. Aparte tienen una zona de carga y descarga delante mismo para poder descargar las maletas y buscar aparcamiento luego.
El personal del hotel son muy competentes y atentos, no hay ninguna queja al respecto.
Las habitaciones están limpias y incluyen todos los servicios, para mí era mejorable la cama, pero tampoco puedo decir que eran malas camas, simplemente porque yo soy grande y las camas no lo eran tanto, pero para una persona de tamaño normal no hay problema.
Lo mejor del hotel la chocolateria que tienen abajo del mismo hotel, hacen una extensa variedad de chocolates, íbamos cuatro y tomamos cuatro diferentes y todos buenísimos, muy buen desayuno aunque no era el que sueles contratar con la habitación fuimos a la carta, no se que tal está el desayuno contratado de antemano, las pastas y churros que comimos nosotros estaban buenos..