Asi puedo definr este pasado puente de la inmaculada en el que nos alojamos en el horreo de mon mis cuñados, mi mujer y yo.
El pueblo en el que se encuentra esta muy muy cerca de Llanes, facil de llegar desde la A8 (ibamos desde Bilbao) y sinceramente se agradece por la tranquilidad y el entorno.
El trato con Luis fue buenisimo desde la primera llamada. Al llegar alli y dado que el tenia que trabajar, nos atendio su madre, nos faltan las palabras para agradecerla la hospitalidad y cariño con el que nos ha tratado los tres dias para que no nos faltara de nada. Desde aqui la mandamos un abrazo y le damos las gracias nuevamente por hacernos sentir como en casa.
Para nuestra sorpresa el pueblo estaba en fiestas y fue genial vivir las noches en una carpa que pusieron, beber ni se el numero de botellas de sidra y comer castañas que asaban al fuego la gente del pueblo. Al final fue un añadido mas a los planos que pensabamos hacer.
La casa esta en una zona muy tranquila, ni un solo ruido ni molestia, con el horreo y aparcamiento propio en la parte delantera. Lastima que hiciese malo para haber comido en el horreo, para otra ocasion seguro..
Volviendo a la casa, es tradicional Asturiana, rural pero muy bien cuidada y restaurada por dentro, Tenia tres dormitorios, las camas muy bien, muy comodas, un saloncito y una cocina muy grande en la que pasamos la mayor parte del tiempo.
A parte de la cocina electrica, tiene una cocina o chapa de las de toda la vida que ya al llegar nos habian dejado puesta y que casi no apagamos en todo el tiempo. Es una gozada estar al calor del fuego. Encima, cocinamos en su horno pan y oye, nos quedo bastante bien.
El baño es lo mas nuevo de la casa, todo perfecto.
A destacar tambien una gran carpeta con apuntes turisticos y rutas que imagino que los propios dueños han hecho y que nos sirvio de bastante ayuda.
En resumen, Una estancia muy muy agradable en una casa tradicional muy bien puesta en la que se nota el querer hacer las cosas bien de sus dueños en muchisimos detalles en la casa asi como en su hospitalidad.
Totalmente recomendable y a buen seguro que nosotros volveremos.

Una semana santa perfecta en un lugar ideal para el descanso y muy bien situada para visitar la provincia.
Los propietarios muy amables y la casa cuenta con todo lo necesario.
Como extra añadir que admiten mascotas.