El descenso es lo que es, no es la aventura de tu vida, siempre hay poca agua y hay que remar bastante, pero es una actividad que puede hacer cualquiera y por eso esta tan bien.
Lo hicimos con la escuela asturiana de piragüismo y muy bien.
Las canoas son igual que todas, un plasticazo enorme e indestructible, pero es lo que hay.
Las instalaciones de la empresa muy bien, limpias y nuevas.
Nos dejaron neopreno y chapines
La comida bueno, bocata de jamon y queso ( para el vegetariano solo de queso)
, agua, manzana y una palmerita.
22,5€ todo
Cuando acabas.te vienen a buscar
Personal muy agradable