Es un hotel-posada ubicado en una cuesta -menos mal que en la parte de abajo ;) - y con recepción no abierta las 24 horas. El trato fue muy correcto y amable. La habitación que nos dieron tenía 2 plantas: en la de abajo, entrada, saloncito y cocina con mesa comedor y balcón, y en la de arriba, la cama con el baño y jacuzzi. Desde la cama las vistas a las montañas son espectaculares! Si hay que poner un inconveniente es en el desayuno: algo escaso y con poca variedad: un café, pan para hacer tostadas y un poco de bizcocho (al menos era lo que había cuando bajamos a desayunar a las 9.30h). Aun con esas, merece la pena la estancia!Más
- Wifi gratuito
- Restaurante
- Bar/Salón
- Gimnasio