He estado en el parador con mi familia, el entorno es impresionante, el mantenimiento del edificio buenísimo, unicamennte, como en la mayoría de los paradores, algunos de los baños de las habitaciones están anticuados, pero el conjunto de la estancia es fenomenal, nos dieron una habitación en el primer piso, las ventanas daban al claustro, con lo cual la tranquilidad fue absoluta, hacia mucho calor y pasamos por la piscina, muy bien equipada, con sombrillas grandes, tumbonas y mesas auxiliares, el personal, nos proporciono un trato exquisito, incluso nos propusieron y facilitaron subir a pasear por las almenas,resumiendo, una estancia estupenda con un trato fenomenal